viernes, 29 de junio de 2012

Katy Perry presentó Part of Me fiel a su estilo


Si Lady Gaga es la reina de la extravagancia surrealista y Nicki Minaj de la ridícula, entonces nadie supera a Katy Perry en la extravagancia pop. Caramelos, arco iris, marineros, gafas grandes y colores brillantes representan la condensación perfecta del imaginario popero y la presentación de su documental biográfico no iba a ser la excepción. Esta vez en plan tematizado, la cantante apareció con pequeños detalles que decoraron sus grandes atributos. En Los Ángeles se llevó a cabo la premiere de Part of Me y Katy Perry no defraudó con un show de presentación. Para cantar algunos de sus éxitos optó por una minifalda bien ceñida al cuerpo como parte de un vestido (multicolor, por supuesto) en el que se destacaban dos cintas fílmicas de las épocas del Hollywood en blanco y negro. Sí, antes del 3-D, mucho antes, existió una época en la que todo se veía en escala de grises. Un gran paquete de pochoclo apareció en el escenario y de él salió Katy, con el pelo púrpura como lo viene usando desde su repentino look gótico. Aunque sus shows puedan representar la pesadilla de un daltónico, siempre están cargados de diversión. Algo en lo que no necesariamente se enfocó en el flim con el que buscó mostrar su vida detrás del escenario mientras se está de gira. En una entrevista con E! News contó porqué decidió incluir su divorcio en el documental: “No hacerlo era como ignorar al elefante en la sala. Pensé que era importante mostrar mi historia de manera delicada y con tacto”. Claro que no son todas caras tristes. En Part of Me Perry también se despacha con intimidades de su vida familiar o los duros ensayos a los que se somete antes de una función. “Es un cuento de hadas moderno. A veces no necesitas un príncipe azul al final para que sea feliz”, agregó.

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